¡Buenas!
En esta entrada voy a compartir con vosotros y vosotras un recurso muy útil para trabajar la inteligencia emocional.
Según Peter Salowey y John D. Mayer podemos definir la inteligencia emocional como la capacidad de la persona para percibir las distintas emociones de forma precisa, la capacidad de aplicar las emociones para facilitar el pensamiento y el razonamiento. Además, de la capacidad para comprender y controlar tanto las propias emociones como las de los demás.
La inteligencia emocional suele ser un aspecto olvidado en la educación, el cual no se trabaja en el aula. Sin embargo, es muy importante en el desarrollo de los niños y de las niñas. Una persona que conoce bien las emociones, sabe identificarlas, comprenderlas y controlarlas va a tener un mejor desarrollo emocional, el cual es fundamental para nuestro bienestar individual. Es por esto, que es muy importante trabajar estas competencias con los alumnos y hacerles ver la transcendencia que esto tiene en sus vidas.
Hoy os traigo la propuesta de una actividad que podemos realizar en clase de manera sencilla.
Actividad 1: “El monstruo de colores”
Objetivos de aprendizaje:
-
Identificar
la existencia de las distintas emociones.
-
Aprender
a reconocer las emociones cuando las experimentas.
Desarrollo de la actividad:
En el video conocemos a un monstruo que está hecho un lío por no saber las emociones que está sintiendo. A lo largo del video distintos niños van narrando en qué consisten las distintas emociones y como se experimentan, de manera que el monstruo es capaz de identificar lo que le pasa.
Se trata de una historia sencilla, en la que los niños y niñas pueden comprender claramente lo que pasa cuando no sabemos identificar las propias emociones. Por otra parte, en el mismo video se explican las emociones básicas y dan ejemplos sobre como podemos identificarlas.
Tras el visionado de este video, yo recomiendo hablar con los alumnos sobre el cuento. Preguntar dudas y opiniones acerca de lo que han visto. Se puede profundizar en el tema hablando con ellos sobre experiencias propias que hayan tenido con alguna de las emociones que han salido en el cuento y pueden compartir con la clase como se sintieron y porque llegaron a sentirse de esa manera.
Temporalización: 25 min
Recursos necesarios:
- Vídeo: "El monstruo de colores".
- Una
pantalla o dispositivo electrónico en el que poder reproducirlo
Evaluación:
La evaluación formará parte de la charla
posterior a la visualización del video. En esa conversación con los alumnos,
preguntaremos dudas y podremos comprobar mediante sus vivencias si han
aprendido a identificar las distintas emociones y en qué consisten.
Para complementar estos aprendizajes, en la siguiente sesión realizaremos la siguiente actividad práctica organizados en pequeños grupos de trabajo.
Actividad 2: “Los tarros de lo que siento”
Objetivos de aprendizaje:
-
Asociar
las emociones con objetos, situaciones o vivencias concretas.
-
Potenciar
la imaginación y la creatividad de los alumnos y alumnas.
-
Identificar
lo que nos hace sentir de manera particular cada emoción.
Desarrollo de la actividad:
Se trata de una actividad creativa en
la que cada alumno y alumna tendrá la posibilidad de realizarla de manera
libre, utilizando los materiales que prefiera.
Utilizaremos la referencia del cuento
de “El monstruo de las emociones” de los tarros con los distintos colores
correspondientes a cada emoción: el color amarillo para la alegría, el azul
para la tristeza, el rojo para la rabia, el negro para el miedo y el verde para
la calma.
Los niños y niñas organizados en
pequeños grupos de trabajo tendrán que llenar uno de estos cinco tarros o recipientes
(el que ellos elijan) con objetos, dibujos, manualidades, historias,
fotografías o cualquier otra cosa que se les ocurra, que les haga sentirse
identificados con cada emoción.
Por ejemplo: en el tarro de la alegría se puede introducir un dibujo de su familia, unas entradas de cine, una fotografía con algún amigo, algún dibujo lleno de colores, etc.
Temporalización: 1 hora
Recursos necesarios:
-
Un tarro
o recipiente.
-
Cualquier
tipo de material que los niños quieran utilizar: colores, cartulinas,
plastilina, purpurina, etc.
Evaluación:
Posteriormente de la realización de los tarros, dedicaremos los últimos minutos de la clase para que cada alumno y alumna expongan sus trabajos y nos
muestren su contenido. De esta manera podremos comprobar cómo han identificado
las distintas emociones.
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